Aquí sigo, confinada después de 55 días en mi casa de Benarés, en India.
55 días en soledad, 55 días de altos y bajos, de idas y venidas, de alegrías y llantos. 55 días pero ¿cuántos más?
La incertidumbre del día a día se apodera de mi estado de ánimo. Sin saber cuando voy a poder volver a España con mi familia, los momentos de tristeza a veces se hacen intensos, a veces eternos, y casi siempre silenciosos.
¿Ver la luz al final del túnel? De momento, parece que no. Pero se que llegará el día en que salga de India, aunque un temor me ronda la cabeza desde el comienzo de este virus: ¿como voy a vivir en sociedad ahora, con mi tos crónica?
Una vez leí que Gandhi tenía tosecilla al amanecer y al anochecer durante toda su vida. Quizá una tos alérgica. Y lo mismo me sucede a mi. Tengo una tos crónica que se agrava en los momentos de nervios o de tensión. Y ahora, con la crisis del Covid-19, mi tos se convierte en estigma.
¿Qué pasará si me da un ataque de tos durante el embarque en el vuelo? ¿O si me pongo a toser en el avión, o a la entrada en la aduana? Y ya sin pensar en los vuelos, ¿que pasará cuando tosa en la calle, en el mercado, en la farmacia? ¿voy a ser una persona «non grata» por padecer tos crónica? Me inquieta la idea. Me inquieta el mundo que se avecina, en el que toser es ser un enfermo y besar es un delito. Me inquieta volver a mi casa y no poder abrazar a mi hija ni a mis padres después de muchos meses sin verles. Me inquieta la incertidumbre.
Quizá todo termine antes de lo que pensamos, y el mundo vuelva a la normalidad que conocimos, y que dimos por eterna. O quizá no, y vivir con tos crónica sea mi estigma de ahora en adelante.
Sea lo que sea… ¡seguiré haciendo mis ejercicios de respiración diarios! Y ahora que el aire está más puro, los haré con más intensidad. Y si aún no consigo recuperar mis pulmones… ¡que la tos me acompañe!
Como muchos sabéis, estoy pasando esta cuarentena confinada en mi casita de la ciudad de Varanasi, India. Los días son largos, y gracias a internet podemos estar en contacto los unos con los otros.
Hace unos días quería escribir algún poema pero no tenía inspiración, pues en los momentos difíciles a veces la mente se bloquea (seguro que lo habéis experimentado). Entonces, se me ocurrió un juego «poético». En mi muro de Facebook le pedí a mis amigos que me dejaran una palabra en los comentarios, para, al llegar a 15 palabras, hacer un poema con todas ellas. Hubo algunas personas que se animaron a participar, y a mi me ayudó a crear de nuevo.
He hecho el juego de los poemas 5 días, y estos son los resultados.
30 marzo
Las palabras eran: sartén, Tafalla, muchas, humildad, paciencia, sinceridad, amor, fuerza, dificultad, igualdad, vivir, amistad, utopía y tristeza.
Y este fue el poema:
Vivimos tiempos complicados, de una gran dificultad, en las casas, confinados, con falta de libertad.
Unos sienten más tristeza, otros buscan amistad, otros tienen más paciencia para el momento pasar.
Pero hay algo que nos une a toda la humanidad: ese amor y esa fuerza, y esas ganas de luchar.
Pensemos en el futuro con mucha sinceridad, y hagamos la utopía convertirse en realidad.
Creemos un nuevo mundo donde reine la igualdad, la belleza, la armonía, donde reine la humildad.
Una gran sartén que abarque al planeta en su unidad: con Tafalla, Varanasi, Creta, Roma… ¡y Gibraltar!
Un planeta, una raza, vivir un mundo de paz…
Son mis plegarias en verso… ¡gracias por participar!
31 marzo
Las palabras eran: unidos, bailar, resistencia, compasión, aguantar, sensibilidad, barca, sosiego, tarde, delirante, trabajo, calabacín, inteligencia, luna, escoba y alma.
Y este fue el poema:
Una tarde delirante me propuse redactar algún verso extravagante que se pudiera bailar.
Me imaginé en una barca que me llevaba a la mar, y surcaba mil comarcas en su triste confinar.
Oponía resistencia, no lo quería aceptar, mas, con paz e inteligencia pensé: «lo puedo aguantar».
Sentí compasión en el alma por toda la humanidad, sentí por dentro la calma, sentí sosiego y bondad.
Vi seres que estaban sumidos en trabajo de humildad, en silencio, mas unidos por su sensibilidad.
La luna adornaba mi alcoba, olía a calabacín; desperté, cogí mi escoba. Mi sueño, llegó a su fin…
1 abril
Las palabras eran: consciencia, gafe, responsabilidad, espera, confianza, lejos, arco iris, mejorar, sobrevivir, despertar, salud, compasión, amor, felicidad y humildad.
Y este fue el poema:
Sí, brillará el arco iris, volverá a salir el sol, y esta espera tan eterna quedará lejos, muy lejos, y traerá salud y amor.
Abriremos la consciencia, tendremos un despertar, y con confianza y paciencia avanzaremos unidos hacia la felicidad.
Tengamos paz en el alma, compasión, luz, humildad; sobrevivir es posible mas no olvides cada día tu responsabilidad.
No soy gafe, no lo creo, puedes en mi confiar, y confía en estos versos que con cariño te dicen que todo va a mejorar…
3 abril
Las palabras eran: encantadora, sonrisa, amistad, fuerza, esperanza, ámbar, eternidad, flor, desamor, casa, fin de semana, luz, suerte, cariño, repatriación, gato y amor…
Este día, hice dos poemas.
Poema 1
Una luz encantadora invade mi corazón cuando miro a aquella flor.
Ella llena de esperanza mi casa, y todo el balcón, de amistad, fuerza y amor.
Y mi viejo gato «Ámbar» que es gordito y juguetón también ama a aquella flor.
Yo la mimo con cariño pues me da suerte un montón y cura mi desamor.
Y cada fin de semana (si no hay repatriación) disfrutaré su esplendor…
Para mi flor encantada eternidad quise yo… mas un día… marchitó.
Pero aunque no esté conmigo cuando salgo a mi balcón ¡sigo sintiendo su olor!
Poema 2
Veo luz en la sonrisa de la gente alrededor, una luz encantadora que inspira esperanza y amor.
La amistad hace la fuerza que vence hasta el desamor, y el cariño que nos une traerá suerte al corazón.
Y ni veinte gatos negros romperán la fuerte unión que han tenido nuestras vidas en esta repatriación.
Volveremos pronto a casa, cada uno con su avión, y quizá un fin de semana nos veremos… quizá no.
Pero nunca olvidaremos, por toda la eternidad, el ámbar de aquella bandera que fue un día nuestro hogar.
Y que aquella flor de loto que ondeaba, singular, nos recuerde aquellos días en nuestra India inmortal…
Este poema se lo dediqué a los hispanos que, como yo, están en Varanasi y con los que nos comunicamos en un grupo de Whatsap.
Sembremos una gota de esperanza, regémosla con gratitud y amor, pongamos una vela al Universo en un gran desafío de ilusión.
Tengamos valentía en estos tiempos, son tiempos de locura y de dolor, mas esta realidad que estás viviendo traerá a nuestra Tierra compasión.
Y pronto volverás a ver el cielo, y el aire traerá olores y frescor, y el nuevo ser humano, florecido, tendrá, al fin, caridad de corazón.
Estoy muy contenta, porque la gente ha participado y se han parado a leer poesía… y a mi me ha servido para ejercitar mis pequeñas dotes poéticas, y para disfrutar mucho creando…
Seguiré jugando con mis amigos de Facebook al juego de las poesías… ¡gracias!